Uno de los hallazgos más relevantes fue la constatación de que la respuesta sexual es la misma tanto si la estimulación es por coito, por masturbación o si se trata de un contacto de tipo homosexual.
El organismo pone en marcha dos mecanismos cuando tiene lugar la excitación sexual:
vaso congestión (afluencia de sangre básicamente en los órganos genitales) y contracción muscular. Aunque el ciclo de respuesta sexual puede presentar muchas variantes de un individuo a otro y de una situación a otra, Masters y Johnson intentaron sistematizarlo dividiéndolo en cuatro fases que ellos identificaron con los nombres de: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
En términos generales, puede afirmarse que la respuesta sexual del hombre es menos compleja y presenta menos variaciones que la de la mujer.
FASE DE EXCITACIÓN: La primera respuesta que emite el varón ante un estimulo físico o psíquico que desencadene una excitación sexual es la erección del pene que corresponde a la lubricación vaginal en la mujer.
FASE DE MESETA: Durante la fase de meseta, la excitación se intensifica para dar paso al orgasmo. El pene completa su engrosamiento , especialmente en la corona de la glande, que aumenta su circunferencia, en algunos hombres, la corona del glande puede experimentar un cambio de color hacia el rojo purpura debido a la congestión de los vasos sanguíneos superficiales.
FASE DE ORGASMO: Cuando la tensión del pene llega a su punto máximo sobreviene la eyaculación. Esta se produce por efecto de las contracciones regulares que tienen lugar en el esfínter de la uretra y en los músculos isquiocavernoso, bulbo esponjoso y transversos del perineo y que al propagarse a lo largo de toda la uretra, expulsan el semen al exterior.
FASE DE RESOLUCIÓN: Se produce la perdida de erección del pene, los testículos vuelven a su normalidad.
RESPUESTA EXTRAGENITAL: El organismo responde como un todo a la estimulación sexual, de ahí que los cambios no se limiten a los órganos genitales.
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